martes

Los caminos y el corazón...

"...Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino; si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición.
...Y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o dejarlo debe estar libre de miedo y de ambición. Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo,solo una pregunta.....¿tiene corazón este camino? Si tiene corazón, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita." Las enseñanzas de don Juan – Carlos Castaneda

La vida es un gran camino formado de muchos caminos que vamos recorriendo día a día. La suma de los caminos completan nuestra vida por eso es importante transitarlos desde el corazón.
La actitud con la que acompañemos cada viaje, hará la calidad del recorrido. Solo así será más o menos llevadera cualquier piedra, pozo o muro que se pueda llegar a interponer. La clave está en una pregunta simple, preguntarse tantas veces como sea necesario, si el camino tiene o no corazón.

Un camino sin corazón nunca se disfruta; por el contrario, se vuelve contra uno y es destructivo. Se hace arduo, sinuoso convirtiéndose en un camino de pena, tristeza y queja. Un camino sin corazón, en todo su recorrido, brinda dolor y angustia. Un camino con corazón, en cambio, no nos hace batallar para hallarle el gusto, el gusto está en si mismo. Nos anima a seguir, a intentar porque sabemos que pese a lo que pueda cruzarse en él, tiene corazón. Y nos permite sentir que vale la pena seguir adelante porque vamos “por buen camino”. Si tiene corazón sentimos que vale la pena ir por ese sueño, luchar, esperar, arriesgar y lo más importante “poder disfrutar” de cada recorrido.
Todo vale la pena si el camino tiene corazón. Por eso la pregunta debe hacerse antes de comenzar a transitarlo e incluso mientras tanto para recobrar fuerzas, seguridad y seguir a paso firme.

Tu camino, tiene corazón? Si la respuesta es no… no te amargues, no te entristezcas. Quizá sea un buen momento para empezar a recorrer caminos que sí lo tengan, nunca es tarde.
Si la respuesta es si, no lo dudes…todo vale la pena.

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