lunes

Se puede aprender a ser resilientes...


En un artículo anterior, hable acerca de la Resiliencia, que es “la capacidad de una persona para afrontar la adversidad, superarla y salir fortalecida de ella”, esto implica sobreponerse, a pesar de las penas y los dolores y crecer, ya sea como personas, como familia o como sociedad.

Lo interesante de este artículo es compartir la visión alentadora acerca de que la posibilidad de ser personas resilientes no es para unos pocos, que cuentan con esta característica en su mapa genético, sino que se puede aprender a serlo, se puede enseñar y se puede aplicar tanto para los niños como para los adultos.

Parece mentira que una de las características de estas personas que aprenden aun en el sufrimiento sea el sentido del humor, sin embargo es fundamental, ya que muchas veces este permite reírse de uno mismo y hasta de la situación, desdramatizando el suceso y permitiendo ver la situación desde otro punto de vista. Asi mismo la flexibilidad, la autoconfianza, el afecto y la visión optimista del futuro son otras características resilientes.

Los investigadores del tema, presentaron seis pasos para ayudar a construir seres resilientes. Aquí desarrollo cada uno, de manera que puedan pensarse para aplicar desde el hogar, la escuela y el trabajo.

1. Enriquecer los vínculos, Implica fortalecer conexiones entre individuos y redes sociales, no aislarse, comprometerse, generar vínculos saludables para generar una red de contención, de modo que en cualquier momento de crisis la persona tenga vínculos estrechos para ser contenido.
2. Fijar límites claros, no por esto tienen que ser arbitrarios, pensar que los límites son necesarios y buenos, sobre todo si son puestos desde el lugar del amor.
3. Enseñar habilidades para la vida, En estas se incluyen la enseñanza de la cooperación, fomentar canales de comunicación cara a cara, no solo mediante la pantalla de una computadora, habilidad para resolver problemas, tomar decisiones y hacerse cargo de las consecuencias de los actos. En este punto se puede preparar a los niños desde pequeños para ayudarlos a sortear los peligros que se presentan en la adolescencia.
4. Brindar apoyo y afecto, es uno de los puntos más destacados por todos los autores, implica brindar apoyo y respaldo incondicional. Es mucho muy difícil superar la adversidad sin la presencia del afecto. Es fundamental contar con un Otro significativo proveedor de afecto y aliento, los seres humanos necesitamos del afecto y la contención más que cualquier otro ser en la Tierra.
5. Transmitir expectativas elevadas, En este punto hago la aclaración que elevadas no significa “irreales”, sino que sirvan de motor para que la persona se sienta estimada en cuanto a lo que se espera de ella y no subestimada.
6. Brindar oportunidades de participación, otorgar una cuota de responsabilidad, brindando la oportunidad de resolver problemas, planificar, tomar decisiones y ayudar a otros.

Lo intereante es saber que todas las personas tenemos la capacidad de ser resilientes y saber que podemos a ayudar a otros a serlo, ya sea a nuestros hijos, alumnos, amigos, e incluso, empleados. Se puede ver desde cualquier óptica, lo importante es que poniendo en práctica esto desde nuestro lugar estaremos colaborando para construir una sociedad resiliente, que pueda enfrentar cualquier situación adversa, superarla e incluso salir fortalecida de ella. Y quien no quiere esto para nuestra sociedad?

“Se tú el cambio que quieres ver en el mundo”. M. Gandhi

Los hijos, ayudarlos a crecer!


Muchos padres consultan porque a sus hijos les cuesta separarse por un rato de ellos, no solo cuando comienzan el jardín, sino también cuando los papás quieren salir solos. Y es normal que los chicos se angustien y lloren, pero como papás hay mucho por hacer para ayudarlos.


Para lograr un buen despegue es importante una buena base, que comienza desde el nacimiento. Un medio muy importante para establecerlo es la lactancia. Es fundamental para el desarrollo que se propicie un encuentro entre madre e hijo a través del contacto, las caricias, las miradas, el tenerlo en brazos. Estos encuentros van transmitiendo seguridad y confianza que el bebé va introyectando y lo acompañarán a lo largo de su vida.

Alrededor de los tres años el niño está preparado para despegarse de sus papás ya que empieza a internalizar a los padres y empieza, de esta manera, a darse cuenta que los papás no desaparecen por arte de magia sino que se van solo por un rato para luego, regresar.

La pregunta es, Cómo pueden los padres colaborar para que sus hijos no sufran al separarse por un rato, ya sea porque van a ir al cine, al dentista o porque necesitan salir para renovar el aire del hogar?

- En primer lugar, hay que tener en cuenta que es normal que los chicos sientan algo de angustia al separarse y como padres, hay que tolerarla porque si no la toleran los padres menos lo harán los chicos.

- A los chicos hay que decirles la verdad, “mamá y papá van a salir un rato”, no mentirles ni salir a escondidas porque esto puede dañar la confianza del niño hacia los padres.

- Hablarles siempre con la verdad que ellos pueden entender, no hace falta contarles todos los detalles pero la información principal debe estar.

- No armar un teleteatro antes de salir, tomarlo con naturalidad para que los niños lo tomen de la misma manera. Es una manera de ayudarlos a crecer.

- Contarles cual será la hora de regreso, si los niños son muy pequeños y no saben la hora, darles un indicador de tiempo, “mamá va a volver cuando termines de comer el postre”, por ejemplo. En este punto, es muy importante cumplir con lo prometido para fortalecer el vínculo de confianza.

- Habituarlos de a poco a a quedarse con alguien que los cuide, abuelas, tías o la niñera. Es bueno que estén acostumbrados a estar con alguien de confianza ya sea para quedarse todos los días por cuestiones laborales de los padres o por si surge algún imprevisto.

Cuanto mayor seguridad tienen las mamás para despegarse, mejor es el despegue de los chicos. Esto se ve, incluso, en las adaptaciones del jardín de infantes. La actitud de los padres en esta instancia, como en tantas otras de la vida es fundamental y comienza desde los primeros días de vida...

domingo

Bienvenidos a Holanda Por Emily Pearl Kingsley

A menudo me piden que describa la experiencia de criar a un niño con una discapacidad, que intente ayudar a la gente que no han compartido esa experiencia única a imaginar cómo se sentirían. Es así...

Cuando vas a tener un bebé es como planear unas vacaciones fabulosas en Italia. Compras un montón de guías y haces tus maravillosos planes. El Coliseo. El David de Miguel Ángel. Las góndolas de Venecia. Puede que aprendas algunas frases útiles en italiano. Es todo muy emocionante.

Después de meses de ansiosa anticipación, finalmente llega el día. Preparas tus maletas y allá vas. Varias horas más tarde el avión aterriza. La azafata viene y dice: "Bienvenido a Holanda".

- ¿Holanda? - dices -. ¿Cómo que Holanda? Yo me embarqué para Italia. Se supone que estoy en Italia. Toda mi vida he soñado con ir a Italia.
- Pero ha habido un cambio en la ruta de vuelo. Han aterrizado en Holanda y aquí se debe quedar.

Lo importante es que no te han llevado a ningún lugar horrible, asqueroso y sucio, lleno de pestilencia, hambruna y enfermedad. Simplemente es un sitio diferente.

Así que tienes que salir y comprarte nuevas guías. Y tienes que aprender una lengua completamente nueva. Y conocerás a un grupo entero de gente que nunca habrías conocido.

Simplemente es un sitio diferente. Camina a un ritmo más lento que Italia, es aparentemente menos impresionante que Italia. Pero cuando, después de haber estado un rato allí, contienes el aliento y miras alrededor, empiezas a notar que en Holanda hay molinos de viento. Holanda tiene tulipanes. Holanda tiene incluso Rembrandts.

Pero todo el mundo que conoces está muy ocupado yendo y viniendo de Italia y todos presumen muy alto de qué maravillosamente se lo han pasado en italia. Y, durante el resto de tu vida, dirás "Sí, ahí era donde se suponía que yo iba. Eso es lo que había planeado."

Y ese dolor nunca, nunca, nunca, se irá, porque la pérdida de ese sueño es una pérdida muy importante.

Pero si te pasas la vida quejándote del hecho de que nunca llegaste a Italia, puede que nunca tengas libertad para disfrutar de las cosas, muy especiales, maravillosas, de Holanda.